lunes, 24 de enero de 2011

Zodíaco

        Todo el mundo conoce su signo del zodiaco. Mamá conocía el suyo. Era Géminis y como tal sabía adaptarse a cualquier situación. Siempre mantuvo al margen sus emociones y mostraba una serenidad fingida que todos parecían creer. Una sonrisa inmutable se instaló en su pálido rostro desde el primer momento en el que comenzó el infierno. Los Caídos –así los llamaba ella- tenían más fuerza de voluntad que nosotros. Tendidos en aquellos camastros solitarios fueron capaces de superar su agonía en silencio, encerrando bajo llave y cerrojo aquellas lágrimas que clamaban libertad.
        Mi mamá era muy bonita, vestía para cada ocasión. Azul, si el día era claro; verde, si se acercaban los niños de la planta tres a jugar con ellos; amarillo, en épocas de festividades o en nuestros cumpleaños; y rojo, para los momentos de cambio. Siempre aseguró que cada vez que vistiera de rojo sería para celebrar un nuevo comienzo, una nueva oportunidad que tal vez le brindara aquella nueva medicina. Pero yo sé que no es así. Vestía de rojo porque estaba asustada. Rojo como el río de sangre enferma y mutilada que recorría sus venas y la devoraba poco a poco. O azul, cuando no soportaba la tristeza de su alma vacía e intentaba plasmar sus pocas esperanzas en aquella bata celeste… Verde, para calmar aquella sensación de horror que le hacía sucumbir frente a los médicos uniformados, esos que la contemplaban como aquel que observa un libro en blanco y sin sentido… De amarillo, en cambio, vestía en los días de terapia, o cuando la visitábamos, intentando plasmar una alegría difusa sobre nuestros ojos, una alegría que cubriera aquel bastidor de quemaduras, extenuación y pesadumbre. Estuvo cansada. Pero jamás desistió. Mi mamá era una mujer muy fuerte. Soportó lo que muchos se han negado a escuchar, lo que a oídos de los demás representa rechazo, oscuridad y secreto. Aquellas largas horas de hospital no la hacían fuerte, la asesinaban poco a poco. Ella lo sabía, y se mantenía impasible. Siempre supo aprovechar cada instante en aquella cama, cada segundo en nuestra compañía.
        Hoy he abierto este diario, trece años después. Hoy he tenido el valor para leer todo aquello que mi madre sentía y plasmaba día a día en cada folio de este desgastado cuaderno. Para abrir los ojos frente a aquel estoico valor que poblaba su corazón. Me avergüenza no haberte visto antes, madre. Me avergüenza carecer de aquel valor que no heredé. Y me frustra no poder acordarme ni siquiera de tu rostro, de tus facciones, de tu sonrisa. De aquellos besos sonoros que cada instante me dabas mientras me mecías entre tus brazos. Me frustra no haberme dado cuenta de tu sufrimiento. No haber podido decirte lo que te echaba, te echo, y te echaré de menos. Y sobre todo, me horroriza haberme enterado por este diario. Pero yo, soy Virgo.

        Ana Esther

18 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Esto sigue siendo un reflejo de perfección, una sombra de lo divino, un atisbo de lo inalcanzable... Que don el que te permite escribir en una hora escasa semejante obra

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  3. El cuaderno es su voz y siempre será mejor que el recuerdo...por que aunque no recuerdes exactamente rasgos recuerdas su alma,es normal que se necesite tiempo para asimilar,para llorar,para sanar...

    un besito,siento aquella pérdida

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  4. Jolín, Anita, me encanta que escribas estas cosas. Siempre estás tan contenta que me asombra que puedas escribir cosas tan tan tristes. Y tan bonitas. Me ha encantado : )

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  5. creo que no tengo nada que decir. a veces nos regodeamos en lo triste, pero yo también soy mucho de eso. la vida nos depara un futuro al que tenemos que enfrentarnos sí o sí. y recuerda, lo bueno no se olvida si hay alguien que te lo recuerda.

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  6. Pues, fíjate, yo creo que el/la protagonista de este texto sí sabía bien lo que iba a encontrar en ese diario, por eso no lo pudo abrir años antes.

    A veces da miedo ver lo que realmente pasó, da miedo preguntar, da miedo pensar...

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  7. Después de dos tazas de café. Después de 20 minutos leyendo y releyendo. Luego de pensar, imaginar y divagar...estoy en blanco. Muchas cosas por decir, comentar y dibujar.

    Hay muchas formas de quedar helado y perplejo. No sólo por lo que cuenta el relato, sino por la forma de afrontarlo y plasmarlo. Diversos tintes ocultos que generan controversias y cuestionamientos...así como conclusiones que te acercan al autoconocimiento de sentimientos ajenos referidos a tí.

    Te lo comentaré "en persona".

    Un abrazo.

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  8. sonríe como una nube...de esas que conoces tu que se encuentran en el cielo siempre por encima de cualquier problema o cualquier indecision...

    sonríe como nube que eres =)

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  9. Me gusta. Me ha hecho pensar y mis neuronas te lo agradecen. (De hecho, siguen divagando.........................)

    Un saludo

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  10. te escribí en interno lo que me gustó.
    Excelente.
    un besazo niña peculiar.

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  11. ¿Y a ti te gusta lo que yo intento escribir? No es posible, Lunita. No después de estas cosas tan increiblemente perfectas que escribes. No creo que sea capaz de comparar algo como lo que yo hago a esta magnifica obra, cielo.
    Eres genial.
    Te quiero (L)

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  12. PASÉ POR TU ESPACIO Y ME GUSTÓ ESTAR AQUÍ...

    UN ABRAZO

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  13. ¿Sabías que al ponerle tilde a "zodíaco" empleas la palabra derivada del griego, desechando la del latín donde habita el olvido?
    Tiene su nosequé la forma de expresarte, me gusta y me da envidia no haberme metido a periodismo y explotar mi mayor hobby, aunque sí que estoy en la Pontificia de Madrid. Si no te importa, te voy a copiar un par de gadgets porque el traductor es muuuy bueno.
    Saludos.

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  14. la gente está muy enfadada porque hace poco han cambiado las fechas de los horóscopos, y el que era Capricornio ahora es Acuario y cosas por el estilo. Bonito texto.

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  15. Tu blog y el de Lucía me matan. Son increíbles. Grimaldi quiere un autógrafo (L)

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  16. es sencillamente anonante.
    yo también soy geminis.

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  17. Vaya! Yo no tenía idea del cambio, y para darle siempre un valor mínimo al zodiaco, debo admitir que me ha puesto un poco mal; yo que pensaba de niño ser tauro, luego vi que era géminis y ahora de nuevo tauro... qué cosas! Voy a hacer como si fuera tauro-géminis o mi identidad va quedar peor.

    Lo que escribes tiene el tinte de la realidad... es estremecedor.

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  18. http://blogaccionreaccion.blogspot.com/2011/03/ana-esther.html

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Gracias por tu paso por el blog, y dado que esto no es cosa de uno, participa dejando tu comentario debajo. Puedes decir lo que sea, lo primero que te venga a la mente después de haber leído el post. Eso sí, te pido que lo hagas con respeto. Muchas gracias nubarrones!