domingo, 19 de diciembre de 2010

Quien lo probó lo sabe

      Dama vagabunda. Cuartel rosado. Qué grande el valor cuando no es llamado. La luna llena lanza elogios a un trémulo sol que se estremece con su mirada. No tiembles, gran divinidad, pues eres hercúleo,  la razón por la que esta pequeña luna, fútil, vive. Oh, princesa, dama encantada, decidme, ¿por qué reparáis en este caballero que os ofrece nada más su amor?, pues una mirada vuestra basta para que mil cielos calmen sus inquietantes relámpagos y se detengan titanomaquias. ¡Oh, valeroso caballero! ¿No alcanza vuestra alma a comprobar su inmensidad? ¿No alcanzan vuestros ojos a descubrir la grandeza de su corazón? Pues, he aquí la clave, buen señor, yo os lo mostraré, os enseñaré la magnitud de vuestro ser, vuestros más profundos sentidos despertaré, os descubriré la felicidad, que vos habéis logrado establecer en mi humilde existencia. Mi señor, soy una esclava de esta fervorosa pasión, mi razón es inexperta en tal materia como es el amar, jamás mi corazón se ha estremecido de esta manera, y si he de deciros una única verdad, será que os amo, si amar es un estado del alma en el que el corazón palpita con viveza, os amo; si amar es mantener mi mente, mis sentidos y mi corazón alejados de mí y posados sobre el ser amado, os amo; si se trata de anhelar y soñar con el ser amado, os amo; si se trata de vivir en una constante locura e insensatez, os amo;  si lo que experimenta esta servil doncella no puede expresarse a través de estas modestas y turbadas palabras, es un gozo superior, trascendental que ensalza mi corazón, que no puede comprender  ningún otro ser… si eso es amor… os amo.
Ana Esther

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Métodos pro-inspirativos

      Hace un par de días escuché hablar a Luis Piedrahita sobre la forma de inspirarse que llevaba a cabo para realizar un monólogo. Comentaba que días atrás se había quedado ensimismado observando unos tubitos que se encuentran debajo del inodoro y cuya forma es similar a la de aquellas herramientas que emplea el ser humano en situaciones de tremenda agonía cuando el laxante no es suficiente. Dicho en plata -aunque creo que el término que voy a citar a continuación más bien podría ser el eufemismo, y lo anterior, la definición más cochambrosa de este elemento-, un supositorio. Más tarde, comenzó a hablar de su último libro y del candor que desprendía. Pero ni tenía sintonizada la parabólica, ni poseía siquiera antena en aquel momento. Yo me quedé en aquello de las inspiraciones  “retretiles” -cómo me apasiona inventar palabros- o, por qué no, en los “númenes menores”.
      No me apasiona especialmente el mundo del excusado, pero sí lo que Piedrahita quiso expresar con aquel curioso razonamiento. La inspiración llega cuando menos se la espera. Quizá un día te despiertas sobresaltado y las palabras brotan de repente, como por arte de magia. Y es que la inspiración podría decirse que está compuesta, en cierto modo, por magia. Esa magia de Piedrahita por llevar a cabo lo aparentemente inexplicable, la magia de cautivar los sentidos, de cautivar al espectador. Están íntimamente relacionadas, magia e inspiración. Por ello este joven “mago” domina ambos artes –me declaro seguidora acérrima de dicho personajuelo-  y resulta tan aclamado. Quién sabe, puede que ese halo de ideas le sobrecogiera en algún momento de su desconocido pasado en su inodoro y le hiciera recapacitar acerca de su futuro. Tal vez por ello no protagonizó Harry Potter y fue un retraído más de la saga, dejando como único atisbo de su frustrado paso por la gran pantalla su parecido razonable con el protagonista. Podría ser…
      La inspiración, es beneficiosa si sabes aprovecharla, Piedrahitano. Y qué cierto es que aparece de repente. Es la una de la mañana y me he puesto a pensar en supositorios. O estoy inspirada, o estoy tarada.
       Ana Esther      

martes, 14 de diciembre de 2010

Bonjour mademoiselle!

Hoy he tenido un día de chiens de France. Ya me había resignado a marchitarme sutilmente en este cuartucho charro, creo que ya había comprendido que la excentricidad que ahora se convirtió en moda y el espíritu de cool girl no van conmigo.

Y me resigné a ser una tía común, que piensa cosas ñoñas, mantiene comportamientos excéntricos y es oyente asidua de los scorpions que da voces y saltos cuando escucha rock you like a hurricane . Pero está claro que cuando el diablo de arriba se viste de Prada, procura que tu día sea el más infeliz posible.

Siento haber sido la persona más fracasada que puebla la Pontificia. Pero supongo que a cualquiera puede sonarle tarde el despertador; casi perder una pashmina regalo de su santa madre por el camino a la facultad; entrar en sprint al edificio con un calor sofocante y un resbalón inminente; saber cinco segundos después que la clase no había empezado aún; tener ganas de darse cabezazos contra la pared; descubrir que has sacado la nota más baja de todo el sistema numérico que jamás habías conocido en persona en el instituto; tener que enfrentarte a esta calificación que te sonríe mientras te dice: "si te hubieras acordado de hacer un click para borrar tu estúpido careto del documento, yo estaría felizmente casada con un señor uno a mi izquierda."; pensar que has empleado veinte horas de tu feliz fin de semana en el santísimo trabajo y que ya te las puedes pasar por el forro; querer darse cabezazos contra la pared de nuevo; correr hacia el portal porque llegas tarde de nuevo; y con un elegante balanceo de muñeca perder el equilibrio y hacer que el móvil resbale sinuosamente hacia el piso, oyendo cómo cae y doliéndote los trescientos euros que gastaste para que su funeral sea tan insignificante, cuando siempre pensaste que acabaría siendo pasto de los chachos... Welcome to my life. Al menos antes guardaba el consuelo de que no podía ir peor, hasta que la maldita ley de Murphy asesinó vilmente mis expectativas. Solo espero que al menos, esta noche no sueñe con los nazgul, porque ya, era lo que me faltaba.

Ana Esther